14 de agosto de 2009

Ley Orgánica de Educación (LOE)

La nueva Ley establece el concepto de la educación no como un derecho sino como una obligación del Estado, que debe velar por garantizar el acceso a la educación en igualdad de condiciones para todos y todas las cuidadanas.
El proyecto de Ley Orgánica de Educación (LOE) está dirigido a rescatar los valores más importantes, desde el punto de vista humano, de todas las personas.
El proyecto de Ley Orgánica de Educación es una normativa del pueblo y para el pueblo que fortalece el sistema educativo, reivindica el papel de la familia, los consejos estudiantiles y la verdadera participación de los estudiantes
Esta Ley va a beneficiar a los colectivos, primero porque está orientada al desarrollo del niño pero no con concepto individualista sino en la medida de que el niño pertenece a un colectivo y crece con él, tiene que ver con el ser humano; en esta Ley, la educación está dirigida a la conciencia.
Estamos en presencia de una gran confrontación que tiene que ver con dos visiones de vida que incluyen a la educación. Hay una visión liberal que considera que la educación es una mercancía y que se trata de una especie de mercado en donde se pone precio a esa mercancía; esa perspectiva se está confrontando con una visión que dice que el Estado debe garantizar la educación a todos los ciudadanos con calidad para todos y en igualdad de condiciones.
Por ello son muchos los comentarios que se ven en contra de la ley, pero en realidad el proyecto de (LOE) se fundamenta en un aspecto muy importante que es el de incluir a la comunidad, a la familia en la educación. Como sabemos la educación comienza desde nuestros hogares, del día a día que llevamos cada uno de nosotros. Muchas familias envían a sus hijos a los colegios sin saber como se les está impartiendo la educación. Es buena esa fusión que se quiere establecer en la ley. Al igual, de la gran oportunidad que se les está dando a todas las personas desde niños hasta ancianos de poder estudiar, una educación libre, gratuita, que todos pueden hacer. Un punto muy importante el apoyo que se le ha dado a la cultura en nuestro país, que no se ha visto en gobiernos anteriores, el apoyo al deporte.

A continuación podrán leer Declaraciones de Héctor Navarro al diario El Nacional de hoy 26/07, sin los títulos y subtítulos que intentan tergiversarlas…

Usted fue uno de los principales críticos del proyecto de ley aprobado en 2001, sin embargo, ¿no debería ser la base legal para la redacción del actual?
--Ese primer proyecto tiene el pecado original de la ley orgánica vigente, que es que tiene elementos que son casi un reglamento, un contrato colectivo. Una ley orgánica debe dejar sentados los principios, la orientación, no tantos detalles. --¿No está reflejada la Constitución en ese proyecto? --Falta un elemento fundamental: el tema de la admisión estudiantil en la educación superior, que para nada está allí porque había una capacidad de lobby de las universidades. Los cupos son recursos colectivos, un bien público que debe ser administrado por el Estado, por el Estado docente, no por las universidades. --¿Eso no violaría la autonomía universitaria? --La autonomía académica está hecha para garantizar la libertad de cátedra y la autonomía de los procesos administrativos que tienen que ver con eso. En ninguna parte dice que la selección de los estudiantes la deciden las universidades, sobre todo cuando hay privilegios como que, si soy profesor, mis hijos no tienen que presentar examen de admisión, pero el hijo de Petra Pérez sí lo tiene que hacer, ¿dónde carrizo dice que eso es autonomía universitaria? Ese es un recurso del pueblo que debe ser administrado para la sociedad, ¿que el cupo no alcanza? Vamos a ver cómo lo administramos para que todo el mundo tenga igualdad de condiciones para acceder a ese recurso. En la Facultad de Medicina de la UCV es raro conseguir a un estudiante que no sea hijo de profesor. La propuesta es que la nueva ley no incluya esa atribución a los consejos universitarios. --Usted plantea en su propuesta que los consejos comunales incidan en la escuela. ¿Esa instancia no es un elemento ajeno al proceso educativo? --Eso tiene que ver con lo que la Constitución llama corresponsabilidad, participación, contraloría social. Nosotros decimos que debe tener una expresión concreta en la forma cómo la comunidad se vincula a la escuela. Para nosotros la democracia no es la descentralización. El problema es que ésta no sirve como funcionó hasta ahora, que era entregándole el poder a los gobernadores. No. Hay que entregarle el poder al pueblo, construir con el pueblo. Por ejemplo, el director de un plantel debería ser un cargo que pase por una evaluación que tome en cuenta la opinión de todos: de los alumnos, de los docentes, del director, de los padres y representantes, del colectivo. Si en el proyecto pedagógico de una escuela existe el consejo comunal o un grupo de teatro, es lógico que participen en la evaluación y también en la dirección del plantel. --¿Pero se plantea que los consejos comunales o los vecinos que no tienen hijos en la escuela influyan en la decisiones de ésta? --No he dicho que cualquiera puede participar, sino aquellos elementos del entorno social que forman parte del colegio y que tengan un trabajo con él. --No es eso lo que se desprende del documento que presentó ante la Comisión de Educación. --La gente no lo entiende porque hay unos sectores que interpretan a su manera toda y lo manipulan. Por ejemplo, dicen que les queremos quitar a los padres la patria potestad de sus hijos y eso no está escrito en ninguna parte. --En el documento se dice que la escuela es una forma de interacción comunitaria, ¿no se le estaría quitando su papel primordial, que es el formativo? --Lo que queremos es hacer una escuela abierta para que la comunidad pueda entrar y disfrutar de un evento deportivo, o pueda reunirse, como ocurre en todas partes del mundo. El Estado no renuncia a su capacidad rectora. Este nuevo Estado docente estará acompañado de una contraloría social. El currículo tiene que ser flexible, no es único para todo el mundo, no puedes plantearte educación y trabajo de la misma manera en Margarita que en Táchira. Pero hay elementos del currículo que no pueden ser flexibles, hay unos límites de Venezuela y esos debes enseñarlos. --Una de las exigencias de la sociedad es que ésta no sea una ley que se adapte a un proyecto político, sino que dé apertura a todas las corrientes de pensamiento. Eso no está expreso en su propuesta, ¿por qué? --Todas las corrientes de pensamiento no pueden estar en un currículo, hay algunas que dicen que la educación tiene que ser religiosa y con una única doctrina o que un hombre puede tener varias mujeres. En Venezuela, no puedo decir que la educación esté abierta a todas las corrientes de pensamiento. Tengo que poner condiciones. En la universidad sí, para el análisis académico, tienen que estudiarse todas las corrientes, pero a un muchachito de sexto grado no puedo decirle que aquí podemos ser una monarquía. Esto es una República y es un Estado social de derecho y de justicia, eso hay que enseñarlo en la escuela. --Quiere decir entonces que hay límites en las corrientes de pensamiento permitidas... ¿El límite es el socialismo? --No, yo no he dicho eso, el límite es la Constitución y ahí sí no tranzo. Tú no ves en la propuesta la palabra socialismo. --Pero hay una terminología muy asociada al proceso bolivariano. --Yo no puedo hablar de otra manera. Si Miguel Enrique Otero hace un discurso, éste será neoliberal, tú me perdonas. Derecha infiltrada --En los últimos 10 años, los decretos han constituido el marco legal de muchos de los cambios en el área educativa. ¿Por qué no se ha logrado un proyecto de ley a pesar de que en 2001 hubo consenso? --Hay un problema elemental: yo era ministro de Educación y de acuerdo con el Reglamento de Interior y Debate de la Asamblea Nacional, la Comisión de Educación tenía que haberme invitado a las discusiones, pero eso no ocurrió. Esa comisión me interpeló siete veces, pero para discutir la ley nunca. Le dije al presidente de la Asamblea "por favor, invítame", pero no hubo manera. --¿Los redactores de la ley por parte de la Asamblea no eran de su mismo partido? --Es la gente de José Luís Farías, de Ernesto Alvarenga. --Pero ellos en ese momento eran de su partido. --Claro que sí, pero era la derecha infiltrada, ¿desde cuándo no conspiran ellos? Y dime una cosa, ¿desde cuándo Alvarenga es bueno? ¿Por qué cuando era chavista era malo? --¿Pero cómo puede decir que fue a sus espaldas algo que hizo gente de su partido? --Era una gran conspiración lo que había allí, ¿por qué crees que el Presidente reaccionó como reaccionó? Y dijo que batearía el proyecto con el bate de Sammy Sosa. A última hora, como no me paraban, yo hice un proyecto de ley ¿crees qué hay rastro de ese proyecto en la Asamblea? María de Queipo me lo pidió porque lo desaparecieron. Este es un tema político y fue político en esa época. --Pero insisto, lo aprobaron en pleno, y allí había chavistas que aún continúan en el proceso. ¿Qué elementos le parecían irregulares o peligrosos en ese proyecto? --No permitía avanzar, ¿cuál era la diferencia con respecto al proyecto actual? No era ni siquiera orgánico. --En el documento que usted entregó a la Asamblea se le otorgan decisiones al Estado como único ente rector. Por ejemplo, el control de los medios de comunicación. ¿No peca de exceso de centralismo y no le pondría ello barreras a la libertad de expresión? --El tema de los medios de comunicación está tanto en la Constitución como en la vieja ley orgánica, nosotros sólo profundizaríamos en la materia. Una docente me dijo que cinco horas de trabajo con un niño se lo acaba media hora de televisión, sobre eso hay que hacer algo. Cuando uno va por la autopista y ve las vallas en las que mujeres venden ron y caña, ¿qué le estamos diciendo a los niños? Sobre eso hay que asumir una posición, buscar unos mecanismos. Creo que un medio de comunicación puede informar y distraer, pero haciéndolo bien; en otros países hasta la televisión por cable está regulada. ¿Vamos a permitir que ese huésped alienante, como lo llamaba Marta Colomina, que ya no lo llama así, se te meta a tu casa impunemente, sobre todo con tus hijos? --¿Está dispuesto a reunirse con sectores de oposición para discutir la ley? --El que tiene que reunirse con ellos es la Asamblea Nacional, no yo, que soy uno de los propositores. --Pero al principio de este Gobierno, usted, como ministro, iba a los colegios privados y debatía con sus detractores. --Yo estoy haciendo el debate ahora con las comunidades. En esa época sí debatí, fui a muchos colegios, al San Ignacio, hasta que apareció Luís Ugalde (rector de la Universidad Católica Andrés Bello) levantándole la mano a Pedro Carmona en 2002. Yo no discuto más con ellos, ¿discutir qué cosa? Ahorita yo me debo a las comunidades. --¿No iría a debatir a ningún colegio privado? --A lo mejor a un colegio de Fe y Alegría.

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